Una chica de
cabellos dorados y ojos color esmeralda se encontraba recostada en el pasto
húmedo, ella tenía sus brazos apoyados en la nuca, el cielo era negro con pocos
puntos blancos resplandecientes, el brillo de la luna dejaba ver una sonrisa
pintada en su rostro, su mirada estaba perdida en el horizonte.
Ese mismo
momento un estruendo sonó muy cerca del lugar donde ella descansaba. Su
curiosidad la domino y fue a investigar qué cosa había podido crear aquel
ruido. Se acercaba cada vez más, el humo era cada vez más espeso, su vista no
era tan clara pero podía visualizar un brillo de color verde, con un poco de
miedo se acercó lo bastante para ver de que trataba.
-Bueno si me
dejas terminar lo descubrirás- sonríe y
acaricia la cabeza de su hija
-Oh si es
verdad, perdón.
- Jeje, ¿en
qué me quede? A si….
Un erizo
color azul cian con cabellera negra entra a la habitación y de un brinco se
echa en la cama.
-¡Hola
familia!
- Papi, ¿Cómo te fue?- lo abraza.
-No muy
bien, quede en 5° posición
- ¿Y no te
dan un premio?
- Je sí,
pero solo a los 3 primeros lugares.
- Que mal…
- ¿No
quieres cenar algo cariño?
- ¡Claro! Me
muero de hambre- sus tripas suenan.
- Tu pancita
suena como un monstruo jaja.
-Así pues
este monstruo te va a comer- se abalanza sobre su hija y le empieza hacer
cosquillas.
- Jajajaja
papi basta jajajaja.
-Cariño, ¿te
apetece un sándwich?
-Amm si amor, en un momento voy contigo- deja de
hacerle cosquillas a su hija.
- Buenas
noches.
- Buenas noches
cielo- le da un beso en la frente
- Te quiero.
- Yo igual-
apaga la luz y se retira.
~
Lo que
causaba el brillo verde era un chico, herido por la caída, la sangre no dejaba
de brotar por su cuerpo, la chica dio un grito de horror al ver tanto líquido
rojo, pero tenía que ayudarlo, no lo podía dejar ahí, con dificultad pudo
cargarlo y acercarlo a un hospital. Se quedó toda la noche alado del chico pero
en la mañana tubo que partir. Fue al mismo lugar donde se encontraba la noche
pasada, donde encontró al chico, lo que debió ser una marca roja ahora era de
color morado obispo. Extraño, nuevamente estaba en el hospital, el chico no
despertaba. En la tarde del mismo día fue nuevamente, esta vez había
despertado, lo primero que hizo la chica fue ver sus vendas, estas tenía el
mismo color que la marca.
-¿Qué eres?
– dijo la chica.
- Lo mismo
que tu- respondió con dificultad.
- ¿Lo
mismo?- dijo extrañada.
- Si…un ser
vivo.
- Pero, ¿Por
qué tu sangre es morada?
- ¿¿Morada?!
– levanto la cabeza para mirar su brazo, las vendas tenia manchas moradas.
- Vez…
- Puedo acostumbrarme- dijo mientras se acomodaba en la camilla.
- ¿No te
asusta?
- No.
- ¿Que te
paso ayer?
-No te
importa, por cierto gracias por traerme aquí.
- Hum, de
nada.- se retira de la habitación.
- ¡Espera!-
lo dijo lo suficientemente alto para que la chica lo escuchara detrás de la
puerta
- ¿Qué pasa?
- Ellos, me
hicieron esto…
Al chico le
brindaron el alma de un dragón, el cual después se apoderaría de su cuerpo y
les daría vida a sus hijos. Por eso nuevamente hay dragones, pero no siempre
son aceptados por la sociedad, aun los ven como criaturas sádicas, cuando ellos
solo quieren encajar.
-¿Por eso no
te gusta salir ma?
-Exacto.
- Y yo… ¿soy
también dragón?
- Tal vez…
- Yo quiero
tener alas y volar por todo el cielo- extiende sus brazos.
-Bueno, no
todos los dragones nacen con alas.
- Pero
entonces no serían dragones… ¡seria lagartijas!
- Jaja,
tienes razón.
- ¿Se quedan sin alas o las pueden conseguir?
- No las
consiguen en sí, ellos las crean, pero tienes que tener cierta edad para
desarrollar esa habilidad.
-¡Wow! Los
dragones son muy interesantes.
-Pues
gracias.
- Jiji, y si
yo fuera un dragón, ¿A qué edad consigo mis alas?
- A los 15,
tienes que esperar unos 6 años.
- ¡Es mucho!
- El tiempo
pasa muy rápido, si eres paciente Scarlett.
- Yo no soy
paciente – cruza los brazos.
- Jaja,
además no sabemos si también eres dragón o solo una hedgehog.
- Seré
simple como mi papá.
- Tu padre
no es simple, tiene bastantes cualidades.
- ¡Ya se! Me
refiero a la especie.
- Vale-
sonríe.
- ¿Naciste con alas o las creaste?
- Nací con
ellas.
- Ohh… ¿no
son incomodas?
- No, dragones como yo pueden sacar sus alas cuando quieran por eso no siempre se me notan.
-Wow...
-Wow...
Toda la
mañana hablando sobre aquellos animales fabulosos con figura de serpiente
corpulenta, garras de león y alas de águila.